
La experiencia no ha tenido precio y en estos tres días he aprendido muchísimas cosas, tanto jugando como compartiendo impresiones con el resto de jugadores.
Muchos coinciden en que quizá me haya pasado de agresivo (sobre todo robando) pero cuando lo he hecho ha sido porque sentía que tenía que hacerlo y porque pensaba que era el momento correcto, además de que tenía fichas para hacerlo.
Al final la montaña rusa en la que se había convertido mi stack acabó en la parte baja y salí eliminado mucho antes de lo que me hubiera gustado (evidente) pero, de verdad, la experiencia no tiene precio, a pesar de que la estructura, como dice Jotaele en su blog, ya era una lotería, peor aún.
Es difícil que las cosas cambien, sobre todo conociendo la mentalidad de los casinos en general, REPITO, EN GENERAL, que se nuegan a hacer las cosas en condiciones y siguen dándole más prioridad a sus necesidades sobre las de los jugadores. No se dan cuenta de que si satisfacen las nuestras, al final se verán satisfechas las suyas.
En fin, qué se le va a hacer...